Hoy es un día muy especial porque sale a la luz un proyecto en el que llevaba trabajando muchos meses... No, ¡años! ¿Años? Sí, fue hace años cuando comencé a elaborar un MoodBoard con ideas sobre cómo quería que fuera mi marca de lifestyle algún día. Quién me iba a decir que ese día acabaría llegando.

O quizás todo empezó aún mucho más atrás. Un amigo mío de la escuela siempre me recuerda que un día, el profesor preguntó a los alumnos qué querían ser de mayor y, para acotar un poco la pregunta, esta se dividió en: funcionarios, trabajar por cuenta ajena o ser empresario/a. Adivináis quién fue la única que levantó la mano en la opción de empresario/a... Yo misma, pero creo que, por aquel entonces, lo hacía más por llevar la contraria a los demás 🤪​

A todo esto no he explicado lo que es una marca de lifestyle. Básicamente, se trata de un concepto de forma de vida, es decir, engloba toda una forma de vivir, desde cómo vistes o te arreglas hasta la decoración de tu hogar.

Personalmente, uno de mis referentes ha sido Ralph Lauren. Este gran diseñador comenzó su carrera, hace ya muchos años, diseñando corbatas hasta llegar a lo que es hoy: una marca en la que puedes comprar ropa de niño/a, joven, hombre y mujer, pero también accesorios, fragancias e, incluso, muebles. Su estilo está muy marcado por la cultura norteamericana y, más concretamente, por la estadounidense; en mi caso, lo han marcado los lugares en los que he vivido y los que he visitado.

España y Portugal son mi referente porque son los dos países de mis amores, en donde más tiempo he residido y donde he llegado a enraizarme hasta no querer marchar. De España me quedo con la diversidad de sus paisajes y sus aromas; de todos ellos, el sur me ha marcado mucho porque mis raíces son 100% extremeñas y no podría jamás olvidar el verde de sus campos y sus dehesas, en las que tantos buenos momentos pasé en mi más tierna infancia. Las flores de los patios de Córdoba, el perfume de los naranjos de Sevilla, los veranos en las playas de Granada o Cádiz con mi Paco de Lucía y mis Lágrimas Negras, la arquitectura andalusí de cada rincón de esta maravillosa región... Y mis casas blancas y mis palmeras, de mi querida Azuaga. 

Portugal es para mí, calma y sosiego. Portugal son los paseos por Porto, sus puentes y sus vinos, sus parques y sus playas, su Alentejo verde y sus playas interminables, su norte bañado por el vinho verde, ese Fado de Saudade a tiempos mejores que se te clava hasta el alma y esa guitarra... 

Los colores de sus manteles, el negro de los vestidos de Viana con sus joyas doradas, su gallo con corazones, su cerámica de colores, sus azulejos con ondas interminables que me conectan a Río de Janeiro y allí, con la samba, la bossa nova y la alegría de vivir. Los colores vivos cariocas, las faldas cortas con volantes y el Carnaval... No hay Río sin Carnaval. 

No habría podido crear esta marca con 20 años; no solo por la falta de experiencia que tenía a esa edad, sino por los matices que, con los años (y los viajes), me han enriquecido y me hacen ser hoy quien soy.

"El diseño innovador es lo que te distingue a simple vista de tus competidores; la calidad es lo que va a hacer que los clientes repitan y la sostenibilidad es lo que nos permitirá tener futuro".

Así surge hoy ALDANA HOME ​​🤩​